jueves, 13 de abril de 2017

VISA APROBADA




YOUR VISA HAS BEEN APPROVED!


Y ahora sí, el momento más temido había llegado…. Chan, chan, chan… ¡HORA DE SOLICITAR LA VISA!

  
Primero tendrás que acudir al CAS a tomarte la foto para tu solicitud y las huellas dactilares. Es un proceso muy sencillo, después toca acudir a la entrevista en el consulado, esa si es un poco más tardada, pero para nada debes de ir con miedo, tú vas muy bien respaldada con toda la documentación del programa y de tu host family. Así que ¡fuera nervios!  Imagina que vas a hacer un trámite común y corriente, solo vas a presentar tus documentos y a responder unas cuantas preguntas. Además, hay que pensar en algo más, los cónsules tienen que tomar en cuenta también que la familia está en medio del trámite, negar la visa a su futura Au Pair no sería conveniente para nadie, ni para la agencia que quedaría mal con la familia, ni para la familia que perdería un buen dinero invertido. Se lo deben de pensar muy bien antes de decirle a una solicitante que no, ponerse más en el lugar de los suyos que en el de la chica. Pero eso sí, tú debes tomar en cuenta lo siguiente para no caer en la negativa de una visa, porque sí, a pesar de todo el riesgo existe.



AuPairTips.



1 – NO MIENTAS. Si te negaron una visa o tienes otra, no lo ocultes y dí siempre la verdad. Incluso cuando llenes tu DS 160 debes ser honesta y explicar lo que sucedió en ese momento.

Por ejemplo, en diciembre del 2011 yo solicité una visa de turista que me fue negada bajo sección 214B, ese día me quería morir de tristeza, creí que mi sueño de conocer los Estados Unidos había llegado a su fin. 



Pero eso ya quedó en el pasado. Ahora que quiero ser AuPair comprendí que es un trámite muy diferente y que ser honesta me ayudaría. Al llenar mi DS – 160 expliqué que me negaron la visa bajo la sección 214B ya que no tenía trabajo y recién iniciaba la universidad, pero que la cónsul me había dicho que podría aplicar nuevamente para una visa de turista cuando ya estuviera graduada, tuviera un trabajo y una solvencia económica propia. Tres puntos que ahora cumplía para la Visa J1. Además, la visa para ser Au Pair es más fácil de obtener gracias a nuestros patrocinadores, que son la agencia con la que estamos registradas y nuestra host family, además de que podemos dar la responsabilidad del pago de nuestro viaje a alguien más, un familiar es la mejor opción. Mientras que en la visa de turista, al ser mayores de edad debemos ser nosotros mismos quienes solventemos la mayor parte del viaje. ¿Ves la diferencia? : )  

2 –  NO ESTÉS NERVIOSA. Los nervios son inevitables, pero cuando estés con el cónsul, intenta disimularlos lo más posible, así él o ella no pensará que algo tratas de ocultar o que estás intentando mentir.

3 –  NO TE CONTRADIGAS. Si en tu solicitud has dicho que tienes un trabajo de medio tiempo y en la entrevista dices que es un trabajo de tiempo completo, algo no cuadra y el cónsul te va a hacer más preguntas o te va a negar la visa porque cree que estás mintiendo. ¡Que no te traicionen los nervios!

4 –  NO PRESENTES DOCUMENTACIÓN FALSA. Parece increíble, pero mientras esperaba para ser entrevistada, escuché que un cónsul negaba una visa por este motivo. Yo me quedé sorprendida, ¿A quién se le ocurre presentarse con documentos falsos? No sé cómo hacen ellos para saberlo, pero lo saben y esa puede ser una negación permanente.

5 –  PRÁCTICA TU INGLÉS. Sí, te van a hablar en inglés, a no ser que te toque un cónsul que tenga mucho ángel y te permita hablar en español. Pero yo te recomiendo que aun cuando él o ella te hable en español, tú respondas en inglés, con lo poco que sepas si quieres, pero que sea en inglés para que se vea que por algo estás en el programa. No importa tu pronunciación o que te equivoques con algún verbo, para eso vas a ser AuPair, para mejorar, ellos lo entienden y saber que comprendes las preguntas que te hacen es un mega plus. 

6 –  VESTIMENTA FORMAL CASUAL. Bien dicen que como te ven, te tratan y es completamente verdad. No lleves bermudas, short, escotes, micro falda, pantalones rotos o blusas demasiado coloridas. Lo ideal es que lleves una blusa bonita y discreta, si puedes llevar un saco mejor, pantalón de vestir o pantalón de un color oscuro, zapatos de tacón bajo o flats. Los chicos pueden llevar pantalón de vestir y una camisa azul o blanca. Además hay que ir bien peinados, bañados y las chicas con maquillaje ligero. Sólo es una recomendación, pero creanme, si lo toman en cuenta ; ) 
 

Y bueno, esas son las recomendaciones que les doy para cuando ya estén a punto de entrevistarse con el cónsul, basados en mi propia experiencia que fue más o menos así…

 CITA EN EL CAS.

Para el CAS sólo necesitas llevar tu pasaporte, comprobante de pago, confirmación de cita y el DS – 160, no te piden más. Pero por si acaso, lleva también el SEVIS y el DS 2019, dicen por ahí que también lo revisan, aunque a mí no me los pidieron.

Llegué a las 6:30 am, mi cita era a las 7:15am. Me di una buena desmañanada ese día, despertándome a las 5:00 am y sin desayunar, pero llegué justo cuando ya la gente se estaba formando. Inmediatamente se acercaron a ofrecernos las famosas “fotos de visa”. Mi papá me acompañó ese día y estuvo tentado a comprarlas, pero yo recordando la experiencia leída en otros blogs, le dije que no, que era una tranza para sacar dinero y lo convencí de que a eso iba precisamente al CAS, a tomarme la foto. Total que por si las dudas pregunté a la chica que me revisó los documentos y ella me dijo que no eran necesarias, pero para el consulado posiblemente si lo serían. En ese momento ella revisó mi confirmación de cita y el pago, como todo estaba bien escribió “Pago OK” en mi DS - 160. Entré a las 7:15 am, me revisaron con detectores de metal para ver si no traía algún objeto extraño, me dijeron que estaban prohibidos los celulares, las mochilas, USB, aretes, etc. Yo no llevaba más que mis documentos así que pasé rápido.

Llegué a la recepción dónde un chico me saludó muy amable y revisó mis documentos. Me los devolvió y dijo que podía continuar por un pasillo que me llevo a la sala dónde se toman las fotos y las huellas. Ahí ví que estaba vacía, con todas las sillas desocupadas, salvo por un par de personas que estaban esperando sentadas a que tocará su turno para pasar a la cabina, no había nadie más. El oficial me dijo que pasará a “la cabina 16”, la busqué y… ¡Estaba vacía! No había nadie, hasta pensé que tampoco estaba la persona que tomaba la foto, pero cuando me asomé me dijo que pasara. Este chico, a diferencia del otro, no traía muchas ganas de ser amable. Me dijo algo sin mirarme, entendí “Primera vez” a lo que respondí que sí.

-        ¿Sí, qué? – Me preguntó medio de malas.
-        ¿Perdón?
-        ¿Renovación o primera vez? – Repitió de malas.
-        Ah, primera vez…
-        Tus documentos. – Me pidió.

Se los dí todos, pero me dejó botados el SEVIS y el DS - 2019 en la ventanilla, sólo tomó el pasaporte y el DS – 160. Aquí ya estaba titubeando, si así era el de las fotos no quería ni imaginarme al cónsul. Me dijo que me sentara porque me iba a tomar una foto, no sé en qué momento me la tomó, yo aún miraba la cámara como boba cuando me pidió que me pusiera de pie para tomar mis huellas. Después me regresó los documentos ya sellados y mi pasaporte con las etiquetas de código de barras que le ponen. El DS – 160 ya tenía varios rayones con pluma de “Pago OK”, mis datos palomeados y dos sellos, uno con los objetos prohibidos del consulado y otro con la instrucción de llevar una foto para la visa. Le pregunté si era necesario llevar la foto y me dijo que sí.  


Después de la cita me fui a trabajar, ya que entraba a las 9:00am y apenas eran las 7:30am pero en cuanto salí me fui corriendo a tomar las dichosas fotos. ¡Error! Nunca me las pidieron. Así llegó el tan ansiado gran día… 
 
CITA EN EL CONSULADO.

La cita para el consulado era a las 8:15 am, aquí no me daría tiempo para ir a trabajar entonces no me llevé nada más que mi enorme carpeta de documentos, mi tarjeta del metro, el monedero, mis llaves y un celular tamagotchi que tengo para ocasiones como estas. Desde un día antes me dijeron en mi casa que nadie podría acompañarme a la cita, así que está vez me tocaba ir yo sola sin nadie que me esperara a fuera. Sentí un poco feo, pero bueno, de todos modos ya me he acostumbrado a que me dejen sola en varios momentos importantes, así que ni hablar, Sólo me dejaron en la puerta de la embajada. Ahí me dieron indicaciones para llegar a la entrada dónde ya se estaban formando los solicitantes, en el camino me topé con una chica que me comentó que iba por una visa J1 también, pero que ella se iría a un campamento. Yo le comenté que mi visa sería para ser Au Pair, ella no sabía lo que era eso y se sorprendió cuando le conté de que va el programa jaja, pero nos tuvimos que separar porque yo traía el celular y no podía pasar. En un blog leí que lo recogían en la entrada y después te lo entregaban, pues no, no puedes entrar con celular. ¡Y yo sin nadie que me apoyara! La chica todavía se regresó a avisar a su familia que ya iba a entrar, yo me sentí una chinche de estar ahí sola, pero bueno, pensé que ya la última opción sería enterrarlo en una jardinera de por ahí o tirarlo a la basura, pues ya qué  :’(   



Pero, ¡Oh sorpresa! Descubrí a una chica justo enfrente con un letrero de “Paquetería segura”, le pregunté cuanto cobraba y me dijo que $25.00, está en el restaurante que queda justo frente a la entrada. Pues nada, que ahí estaba la famosa paquetería, pero es AFUERA del consulado, no adentro, como decían otros blogs. Dejé mi amado tamagotchi celular y entré al consulado.



En la fila se grita una y otra vez que está prohibido ingresar con celulares, encendedores, punzocortantes, etc. También te piden que te quites el abrigo, el chaleco, la chamarra, el saco o lo que lleves para cubrirte para pasarlo por el detector de metales. Yo llevaba un saco muy ligerito, con la tela muy delgada, sin bolsa ni nada, así que no me pidieron que me lo quitara. Entré directo a una sala con tres ventanillas similares a la de los cónsules dónde te piden que muestres el código de barras de tu pasaporte para leerlo y dónde te toman las huellas para identificarte. Ya que me tenían registrada pude pasar por el detector de metales sin problema y dejé mis documentos en la bandeja que pasa también por otro detector. Las llaves no están prohibidas así que pasaron sin problema. Ahora sí, era momento de entrar a la sala de entrevistas. 


Está todo completamente cambiado a como estaba cuando fui la primera vez, es una sala enorme, llena de sillas y ventanillas similares a la de los bancos, ya no hay escritorios con gente revisando los documentos por tercera vez, ni hay que hacer otra fila para esa revisión como en el 2011. Ahí sólo llegué con un oficial, me preguntó si venía sola y le dije que sí,  entonces me revisó el pasaporte, el DS – 160 y me dijo que me dirigiera a una fila de unas veinte personas. Me pareció extraño, todos estaban formados y esperando turno para pasar a hablar a las ventanillas. Las sillas estaban desocupadas, se notaba que era la primera hora de cita, pero en cambio noté la zona de a lado dónde había otras personas haciendo fila, con las sillas mirando hacia otra dirección, había más ventanillas y esa zona si se estaba llenando poco a poco, al punto de que ya tenían casi la mitad de las sillas ocupadas. Le pregunté a la chica que estaba enfrente de mí si nos revisarían los documentos otra vez y ella respondió que no, que ya era la fila para hablar con los cónsules. ¡¿QUÉ?! Yo miré a las ventanillas, sí, exactamente ya era la fila para entrevistarnos con un cónsul y saber si se nos aprobaba o no la visa. Pero es que más bien parecía fila para el banco, unas quince personas estaban delante de mí, ya listas para pasar. Otras se iban formando atrás de la persona que ya se estaba entrevistando, hacían filas más pequeñas en cada ventanilla, como de dos o tres personas. La zona de a lado era la de turista, entendí entonces porque estaba cada vez más llena, mientras que la zona de visas de estudiante, intercambio y trabajo, era más pequeña. 

 Me entraron los nervios, no llevaba más que unos quince minutos en el consulado y ya se acercaba mi entrevista. Repasé todas las preguntas en inglés que tenía en mi cabeza, traté de que no me sudaran las manos, me tranquilicé y me dediqué a mirar a las personas que ya se estaban entrevistando… Creo que no fue buena idea, de cinco personas que se entrevistaban, cuatro se daban la vuelta con cara de desconcertados y con su pasaporte en la mano, no les habían dado la visa. Busqué una mini esperanza entre las personas ya formadas en las ventanillas para pasar pero por más que pasaban era siempre lo mismo; Visa negada. Yo sentí un hueco en el estómago y no era la única, las dos chicas delante de mí también iban para visa de intercambio y tenían cara de asustadas, pálidas y nerviosas. Al igual que yo, estaban viendo como les negaban la visa una y otra vez. 

 
 Empezamos a comentar entre nosotras que a lo  mejor eran sólo visas de trabajo y que por eso las estaban negando, que habían visto a una chica con sus papás que también iba de intercambio y que a ella si se la habían dado, todos los demás eran un no. Eso nos tranquilizó un poco, pero coincidimos en algo, de entre los seis o siete cónsules que estaban ahí, había una que no había aceptado ni una sola visa. Era una cónsul rubia que tenía cara de amargada y que no daba explicaciones, daba un rotundo no y no había nada que se pudiera hacer, hasta miraba con desconfianza a los que les negaba la visa. Las tres rogamos porque no nos tocara esa cónsul. La fila avanzó, la primera chica se fue a formar a ventanilla, yo me fijé en un cónsul bastante atractivo que recibía a todos con una sonrisa, les preguntaba cómo estaban y empezaba la entrevista, ya fuera en inglés o en español. La otra chica y yo coincidimos en que a lo mejor con ese cónsul nos sentiríamos más cómodas. La fila volvió a avanzar ¡Y a ella le tocó ese cónsul! A mí me iba a tocar la cónsul con cara de amargada que seguía negando visas.


 ¡No lo podía creer! Pero traté de calmarme y de pensar que si me entrevistaba ella, tendría que esforzarme al doble por convencerla de que si me diera la visa. Afortunadamente, se abrió otra ventanilla justo a un lado de ella, llegaba otra cónsul todavía tomándose su café, prendió su computadora y comenzó a recibir aspirantes. Antes de que me mandaran con la amargada, el chico que redireccionaba a los aspirantes me dijo que mejor me pasara a la ventanilla que se acababa de abrir y dónde sólo había una señora con tres pasaportes. Desde que me forme atrás de la ventanilla supe que iba a ser diferente. La cónsul le revisaba los documentos a la señora, pero se reía con ella y le hacía preguntas en español. Finalmente le recogió los tres pasaportes y le dijo que estaban aprobados. Yo hasta sentí alivio de verla, tenía cara de buena persona y la señora que se fue ¡Iba con la primera sonrisa que veía en el consulado! Después de todo este tiempo finalmente veía que alguien se iba feliz con su visa aprobada. Entonces pasé yo… Y en resumen, está fue nuestra conversación.

Yo: Buenos días. – Con una sonrisa natural, según yo, jaja.
Cónsul: Buenos días. – Con una voz muy bajita, casi no la escuchaba a diferencia de los gritos que pegaban los otros cónsules. – Pásame tus documentos.

Yo se los dí, ella los revisó e inmediatamente me habló en inglés.

 Cónsul: You going to be Au Pair.
Yo: Yes… Excuse me, can you talk more…? (Le hice señas de hablar más fuerte porque se me olvidó la palabra jaja)
Cónsul: Ah… – Aquí creo que desconfío, entonces le aclaré.
Yo: I’m sorry, I can’t hear you very good.
Cónsul: Ah, It’s ok.

Ya que me había entendido siguió revisando mis documentos, entonces me preguntó algo que no entendí, o bueno, no escuché. Ella me repitió en español.

Cónsul: ¿Cómo supiste de este programa para ser Au Pair? ¿Dónde encontraste esta agencia?
Yo: Ah! Investigation… About  Au Pair agencies in Mexico.
Cónsul: Ok…. – Sin mirarme – How many children do the family have?
Yo: How?
Cónsul: Yes.
Yo: They have three children, Amy, Mike and Gabe.
Cónsul: Ok. What do you study?
Yo: In the United States? – Creo que se me cruzó la pregunta de qué estudiaría en los Estados Unidos jaja.
Cónsul: No, here. – Aquí se alteró un poquito… Oops!
Yo: Ah, I finished college, but I have no my bachelor’s degree yet. – ¡Aquí va la mía! – I will come back to Mexico after my Au Pair year to get my degree.

La cónsul asintió, pero yo noté que esa fue la respuesta que estaba esperando. Tomó mi DS 2019 y discretamente volvió a revisarla, tomando su pluma.

Cónsul: What did you study?
Yo: International trade.
Cónsul: What? – Se acercó a mí para escuchar mejor.
Yo: International trade! … Sorry.
Cónsul: It’s ok, don’t worry.

Después de eso comenzó a firmar mi DS 2019, por un momento estaba segura de que me había aprobado la visa, pero me entró la duda de si no estaba firmando una negativa porque revisaba mi información en la computadora, hasta que antes de terminar y al notar mi atención, me hizo un comentario.

Cónsul: Do you know my signature means that you will be Au pair for a year?
Yo: Yes! For a year!

Las dos nos reímos, yo de felicidad y ella por mi reacción seguramente jaja. Después volvió a su computadora y esta vez se tardó más, casi creí que a lo mejor me había equivocado y me había reído de mi propia negativa de visa. ¿Se había burlado de mí? Pero no, tomó mi pasaporte para guardarlo y comenzó a hablarme en español.

Cónsul: Tu visa ha sido aprobada, llegará a tu oficina de DHL  de            4 a 6 días.

 
En ese momento sentí como se me estiraba la sonrisa, asentí y escuché atenta su explicación, me mostró mi DS 2019 ya firmado y me explicó que era importante que lo llevara cuando llegara a los Estados Unidos, ya que con su firma y la visa me permitirían entrar.

Yo: Yes, I know is very important in the custom.
Cónsul: Así es, es muy importante, no lo olvides.

También me mostró un folleto sobre los derechos que tendré como trabajadora en los Estados Unidos y me explicó los números a los que podría llamar en caso de necesitarlo, me recalcó que tengo derecho a un trato digno y a no ser maltratada, abusada, etc. Esas situaciones muy difíciles. Finalmente me entregó el folleto, las instrucciones para recoger mi visa, me devolvió mis documentos y me dijo que eso era todo, ya podía irme. Antes le agradecí muy emocionada con un “Thank you very much!” ella se volvió a reír con mi reacción, la verdad es que me pareció una muy buena cónsul, en ningún momento me forzó a hablar en inglés ni me miró con superioridad o algo así, vale, que hasta hizo bromas, eso me hizo sentir más cómoda. 








¡Así que ya tengo mi visa aprobada! Sigo sin poder creérmelo, lo malo es que mañana comienzan las vacaciones, serán cuatro días adicionales al ya de por si tardado proceso de entrega de la visa. Yo calculo que en un par de semanas más o menos podría recibirla en la oficina de DHL, si todo sale bien. Pero bueno, fuera de eso, estoy FELIZ, cada vez más pensando que mi sueño se volverá realidad… 

¡YA ESTOY A NADA DE IRME! ¡AAAAAY!




1 comentario:

  1. Karen..... Te pregupregun porque tú primer visa fue rechazada? Te mencionaron eso? O no hicieron comentario?

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