martes, 22 de noviembre de 2016

LARGA ESPERA...

LARGA ESPERA…

La persona que entra no la conozco, es una señora de tez morenita, me dice su nombre pero tampoco me acuerdo ya cual es. Me pregunta cómo me sentí en la entrevista que me hicieron en inglés, otra vez vuelvo a explicar que me sentí nerviosa. Ella me dice que no hay porque estarlo y que me va a hacer otras preguntas, sólo para ver mi habilidad de inglés. Yo no había leído antes que a alguna chica le hicieran dos entrevistas en inglés y obviamente no me da buena espina, pero acepto. Las preguntas que me hacen son más o menos estas:

-         What is your name?
-         Why do you want to be Au Pair?
-    Where have you been study English? – Aquí me tardo como dos minutos porque no alcanzo a escucharla bien y ella me dice que no me puede hablar en español, me da pena decirle que no es eso, que es porque no la escucho, entonces me acerco a ella hasta que la escucho y respondo su pregunta.
-         What school is Cenlex Zacatenco?
-        Where is the Cenlex Zacatenco? What is the address? – No me acuerdo de la dirección pero le digo que está en Lindavista.
-       Ok… Where do you live? – Cuando le contesto que en México, ella niega con la cabeza – What is your neighborhood? Do you live in Lindavista? Tell me how your home is.

Con estas preguntas ella me dice que ya terminó su entrevista, que fue un placer conocerme y que Gaby viene a verme en un momento. Esto me lo dice en inglés, por lo que yo también le respondo en inglés.

Como dos minutos después, llega Gaby, me dice que ya es todo y que se pondrán en contacto conmigo, después. ¡¿Qué?! Yo sabía que los resultados de tu entrevista te los dan el mismo día por lo que no entiendo por qué tengo que esperar a que se vuelvan a comunicar. Se lo digo pero ella ya me hace una seña para que me salga de la salita. Me pongo firme y no me quiero ir, le pregunto porque no están mis resultados. Ella se pone nerviosa, me dice que porque toman su tiempo y me vuelve a indicar que me salga. Antes de salir, le digo que me voy a sentir nerviosa esperando mis resultados, ella se vuelve a reír y me dice que no hay ningún problema, que lo que pasa es que tienen junta y ya se les hizo tarde, que en la tarde se comunican conmigo. Si pasé la entrevista, comienzo el proceso, si no, ellos me van a indicar en qué fallé para que pueda mejorar. Le digo que en la tarde trabajo y que no voy a poder contestar si me hablan, Gaby me dice que entonces mañana en la mañana, ya casi casi me toma del brazo para sacarme. Yo camino insegura, veo que la sala dónde dieron la reunión informativa está llena de personas esperando empezar su junta y que de hecho, la rubia de la entrevista es la que la va a dar. Gaby me guía hasta la salida, abre la puerta para que salga y antes de que diga algo más, me cierra y se va a su junta casi corriendo. Yo me quedé afuera… Sin creer que prácticamente me sacaron a patadas. De verdad, todavía me cuesta trabajo creerlo. Me quedé ahí como una tonta, las oficinas de Polanco están medio escondidas atrás de las de Education First, casi no hay luz y no hay gente por ahí. Tarde como un minuto en caminar para buscar la salida a la plaza. A mis papás que me esperaban ahí, no les dije nada, sólo que me había ido bien y que tenía que esperar mis resultados. Desayunamos y me fui a trabajar.

Esa noche no recibí ni una llamada, ni un correo de la agencia. Me pareció extraño pero espere hasta el otro día, tampoco recibí nada y cuando llamé antes de irme a trabajar, no se enlazó la llamada. Volví de trabajar en la noche y tampoco había respuesta, ya habían pasado dos días y no tenía respuesta, pero también se me hizo raro otra cosa; Ni siquiera me mandaron publicidad. Incluso el día de la entrevista recibí las llamadas y los correos de publicidad, después de la entrevista ya no recibí nada, era como si nunca me hubiera puesto en contacto con la agencia de Cultural Care.

El tercer día si me contestaron, les conté mi situación y la chica que me atendió me dijo que tenía que esperar a que llegaran mis resultados esa misma tarde. Total que en la noche cuando revisé mi correo descubrí que tampoco tenía nada de la agencia. Llamé al otro día, me contesta la misma chica pero pido directamente por Gabriela Fierro, mi entrevistadora. La chica se sacó de onda y me preguntó quién la buscaba, cuando le dije mi nombre y el motivo, ella me dijo que esperara. Antes de poner el mute, alcancé a escuchar cómo le hablaba a “Gaby” porque una chica quería hablar con ella de… MUTE. Esperé como cinco minutos cuando me contestó Gaby, igual sacada de onda. Le expliqué mi situación y ella me dijo que no sabía que estaba pasando porque la entrevista la mandaron a revisión a los Estados Unidos y que ellos darían el aviso. Le pregunté si ella no sabía nada porque ella me había entrevistado y me contestó que no estaba autorizada para dar información, que era parte del acuerdo de privacidad que había firmado. ¿Qué? ¿Cuál acuerdo? Le dije que yo no había firmado ningún acuerdo, ahí se puso nerviosa. Le dije que ni tiempo me había dado porque terminó la entrevista rápido por una junta que había tenido y que no me dieron nada para firmar. Ella me dijo que de todos modos tenía que esperar, porque no sabían nada y no podían dar más información, que a lo mejor en la tarde ya recibía la respuesta, fin. Le agradecí y colgué la llamada, pero ya me imaginaba que algo no estaba bien. Me fui a trabajar y cuando regresé y revisé mi correo en la noche, encontré un mail de la agencia. Después de cuatro días por fin recibía una respuesta escrita por la gerente nacional de Cultural Care….


¿Te imaginas que decía el mail? Sigue en mi siguiente entrada J

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