martes, 22 de noviembre de 2016

ENTREVISTA CON LA AGENCIA, CULTURAL CARE.

LA TEMIDA ENTREVISTA CON LA AGENCIA…


Cuando me dijeron que tenía que hacer una entrevista para ser AuPair no me asusté en lo más mínimo, yo iba muy segura. Primero porque confío en mi inglés, en mis habilidades para ser niñera y en todo lo que te piden. Sólo iba con el miedo de que no sé manejar, aunque para entonces ya había sacado mi licencia para conducir y ya estaba por iniciar mis clases de manejo. Llegué puntual a la cita, me recibió nuevamente Gabriela Fierro, con su sonrisa melosa y dispuesta a hacerme la entrevista. Me dejaron en una salita de una mesita y dos sillas esperando a que ella viniera a hacerme la entrevista. Estaba haciendo frío y yo temblaba por eso y por la entrevista en inglés, pues no sabía cómo me iría. Siendo sincera pensé que no alcanzaría las horas totales para aplicar por mi experiencia con niños, pero la agencia se ofrece a darte los nombres de las instituciones con las que tienen convenios para que tú puedas hacer un voluntariado y cubrir las horas que te hagan falta, así que tampoco iba muy insegura con eso. Llegó Gaby nuevamente, nos saludamos y comenzó a preguntarme cosas muy básicas, como mi nombre, mi edad, con quien vivía, por qué quería ser Au Pair, si tenía experiencia con niños y lo que ya me esperaba. Ví que llevaba en las manos varios documentos, creo que tenía que llenarlos, pero nunca pude ni ver de qué eran… 

Gaby me empezó a hacer preguntas que no me esperaba, como la relación que tenía con mi familia, si tenía novio, si estudiaba o trabajaba, como era la relación con mis amigos y mis compañeros de trabajo, las cualidades de mis papás, lo que más me gustaba y lo que menos me gustaba de ellos, si no me gustaba dejar solas a mis macotas, cosas que no entendía que tenían que ver. Pero bueno, lo supe cuando me preguntó si era cercana a alguien en especial. Le respondí que no, que en realidad soy sociable pero me gusta ser independiente. Cómo le dije que mi hermano y yo trabajamos en el mismo lugar, me empezó a preguntar sobre mi relación con él y sobre lo que pensaba él sobre mi decisión de ser Au Pair. ¿La verdad? A él no le interesan en lo más mínimo mis decisiones y realmente no está muy familiarizado con lo que significa ser Au Pair, pero le respondí a Gaby que mi hermano estaba feliz por mí y que me apoyaba en todo. (Ajá) Yo creo que eso le dio una pista a ella, porque me preguntó si él no se sentiría triste si me fuera por todo un año. (¡Que va! Nada más ponga un pie fuera de mi casa manda hacer fiesta). Ahí fue que entendí de que iba todo eso, lo que ella quería saber era que tan fuertes son mis lazos con mi familia y mis amigos. Resulta que no es nada extraño el homesick en Estados Unidos. Cuando un estudiante se va de intercambio puede sentirse solo, deprimido, chipil y eso es homesick. Las ganas de querer volver a tu país, con tu gente, tu comida, tu idioma y tu vida anterior. Obviamente a una Host Family no le caería bien una Au Pair que se la pase llorando a las dos semanas porque extraña a su familia. (Si las hay, créanme) y que los deje colgados con los niños después de todo el largo proceso. Por eso me imagino que Gaby me preguntó una y otra vez si tenía a alguien especial. No, la verdad es que no. Sólo mis gatos, por ellos si voy a llorar cuando me tenga que ir y dejarlos al cuidado de alguien más, porque sé que nadie los va a cuidar como yo, pero eso es otra cosa jeje. 

Ya un poco convencida cambió de tema y me empezó a preguntar sobre mi experiencia con niños, pero esta vez apuntando en un papelito las posibles horas que tenía. No me gustó su conteo, quería los días y las horas exactas, entonces no se me ocurrió llevarlas especificadas y no me acordaba bien. Se lo dije pero ella insistió en sacar un aproximado. No me tomó algunas horas porque no eran exactas, le pregunté si era un problema y me dijo que no, si no tenía el número de horas requeridas me mandarían la lista de fundaciones para hacer el voluntariado. (Eso era lo que yo quería desde el principio, pero sin “el paguito” no hay información). Total que dejamos a parte las horas, yo le comenté que me gustaría cuidar de un bebé de entre uno y dos años pero como que no me hizo mucho caso en eso y pasó a ponerme una prueba. 

Que haría yo, si mientras cuido de un niño de unos dos años, el hermanito de unos seis años se sale de la casa y cierra la puerta. Yo lo vería por la ventana o por la puerta si es que es transparente y no podría salir a buscarlo. ¿Qué haría para hacer que entre nuevamente?  

Le respondí que me mantendría tranquila, y que le hablaría con calma, para que no me vea enojada y que intentaría negociar con él, algo así como “Si entras te pongo tu peli favorita o te doy una galleta” por decir un ejemplo, si el niño no obedece le diría que entonces voy a jugar con x juguete, que sé que a él le gusta mucho, intentando atraerlo hacia mí. No sé cómo habría sido mi respuesta, pero en sí, no me alteraría, no me pondría a gritar como histérica y no lo regañaría para no provocar que corra o se escape. Sólo hasta que ya estuviera adentro conmigo, le diría que eso no se hace, de forma tranquila pero firme. Ya saben, con los niños hay que saber cómo hablar. Gaby dijo que eso estaba bien y comenzó a hacerme otro tipo de preguntas mientras apuntaba en esos documentos que traía en las manos. Dirección, teléfono, ciudad, edad, nombre de los padres, hermano. ¿Alergias? Le dije que sí, que no puedo tomar medicamentos ototóxicos porque tengo hipoacusia. Eso llamó completamente su atención. Le expliqué que utilizo aparatos auxiliares en mis dos oídos para escuchar mejor, pero que eso no es ningún impedimento para llevar mi vida con normalidad. Obviamente ella se interesó en eso y me hizo varias preguntas sobre mi condición. Después le pregunté yo si eso era un problema para aplicar al programa. Ella se rió nerviosa y me dijo que no, pero que tenía que preguntar para ver que se podía hacer. Inmediatamente dio por terminada esa entrevista, se llevó los documentos que tenía en las manos y me dijo que me iba a pasar a la chica que me haría la entrevista en inglés. Yo me sorprendí por ese cambio tan radical, pero me puse más nerviosa de saber que ahora venía mi entrevista en inglés y no me fije en eso… Error.



¿Quieres saber que pasó después? Continuó en mi siguiente entrada :P

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